EL ARTE DE LA COCINA

La cocina es el lugar de los sabores, las substancias, los suspiros y los secretos. Pero también de las sorpresas, la alquimia, los colores y las memorias. Es un laboratorio, un refugio, es un sitio de creación.

Para nadie es desconocido que las civilizaciones y culturas mas antiguas han desarrollado cocinas profundamente complicadas, complejas y deliciosas. En más de las veces relacionadas con los productos y substancias particulares de esa región especifica del planeta. Digamos por ejemplo la grandísima variedad de platillos originarios de Perú hechos con papa, o del uso del chile en la cocina mexicana o de la amplia gama de comida que se hace en base a maíz en Centroamérica o el toque europeo a veces dulzón -en la comida del Cono Sur-, o la mezcla poderosa de arroz y frijoles en el área del Caribe… -con plátanos por favor.

Esto es: la comida es el resultado y la suma de un conocimiento antiguo heredado de generación en generación y puede definir a un pueblo…Todos coincidimos y nadie duda, en que la comida es el legado de las abuelas y las madres. El susurro, la pócima, el ingrediente secreto y de ahí a la receta. El caso es que siempre algo se cocina, ya a fuego lento, ya a más de 360 grados celsius. La vista, el olor, el gusto y el placer son solo algunos de sus sinónimos, motivaciones o lo que sea, lo cierto es que después de un buen ceviche, o un pozole no se desea nada en la vida pues es placer puro… quizá dormir.

La cocina es entonces donde entran los vegetales crudos, los polvos, el aceite y otras substancias tal y como crecen en la naturaleza, y que a través del fuego y el secreto de una persona se transforma en otra cosa diferente; con olor, sabor, textura y formas. Esto es, en substancia comible; lista para disfrutarse en la mesa y levitar mientras dura la experiencia… Cocinar, es el talento de alguien que sabe -como un alquimista- mezclar todo aquello; en medidas y proporciones exactas y darle nombre. Mmmmm!

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